domingo, 25 de julio de 2010

El futuro es hoy



Campañas van y vienen alrededor del mundo con el objetivo de crear conciencia en cada uno de los seres humanos para que cuiden el medio ambiente y utilicen los recursos racionalmente; pero, ¿por qué no funcionan del todo?

Ahora vivimos en una sociedad que cree que la felicidad está en el mayor consumismo frente al resto de los habitantes del planeta. Se nos transmite que debemos consumir para que la economía de las naciones funcione y que, si no lo hacemos, estamos fuera del sistema.

Por otro lado, quienes piensan de manera más racional y son concientes del daño que está recibiendo la madre tierra, levantan sus voces argumentando que esta forma de consumo es insostenible y que nos estamos convirtiendo en depredadores del medio ambiente.

El deterioro del medio ambiente desata consecuencias de peso, tales como:
  • Destrucción de la capa de ozono, aumento del efecto invernadero, cambio climático
  • Contaminación
  • Escasez de agua potable
  • Desigualdad entre los grupos sociales
El desarrollo no se produce de forma equilibrada y el 80% de la población mundial no dispone de casi nada. Menos del 20% de la población total consume de la mayoría de los recursos como energía, madera, alimentos, metales.
Y además de todo esto, el dato más impresionante es que la mayoría de los recursos proceden precisamente de países pobres.

Más de mil cuatroscientos millones de personas viven bajo el umbral de la pobreza. Y seguimos con una actitud indiferente, como si el aire, el agua, la vida, el planeta, nos fueran a durar para siempre.

Es hora de cambiar de actitud, de informarnos, pero sobre todo, de actuar. De que cada una de las personas no necesite que las compañías inviertan miles de millones en campañas y publicidad para que cuidemos del medio ambiente, porque la inciativa debe nacer de nosotros mismos.

sábado, 17 de julio de 2010

"Es rico ilusionarse"



Hace unos días, conversando con un caballero, me dí cuenta de que había olvidado aquellas pequeñas cosas que hacen de mi vida algo grandioso. Había olvidado lo bueno que es sonreír a pesar de los obstáculos, también olvidé ver el vaso medio lleno, en lugar de medio vacío.

Por alguna extraña razón, la mayoría de las conversaciones que tengo con mis amigos toman en algún momento un rumbo distinto y terminamos filosofando acerca de algún tema amoroso o algo a fin con las relaciones de pareja... ¡Casi casi es una regla y no sabemos por qué!

Resulta ser que tocamos brevemente el tema de la ilusión. Es curioso que, por más "dispareja" que sea la pareja (valga la redundancia), la ilusión puede darse desde cualquiera de las dos partes.

Dice Wikipedia que en psicología, el término ilusión se utiliza para referirse a una esperanza infundada. Lo cierto es que, muchas veces nos tomamos este asunto muy en serio... A aquellas personas que como yo, son fantasiosas y creen en los cuentos de hadas, nos pasa que confundimos el estar ilusionados con estar enamorados, y bueno, la diferencia entre el significado de ambos conceptos es ABISMAL, lo que cuesta a veces, es reconocerla.

El caballero dijo: "es rico ilusionarse", los primeros segundos y sin pensarlo respondí que eso era todo un problema; sin embargo, luego caí en cuenta de que su pensamiento era totalmente acertado.

Entonces entendí que la ilusión es de esos pocos sentimientos que no tenés que compartir con nadie, la ilusión es sólo tuya y ni siquiera depende de otra persona en cuestión, porque, te "den pelota" o no, la sensación la estás creando vos. Te sentís vivo cuando te ilusionás, aunque al final nada salga como lo planeaste y tengás que volver a la realidad, ese tiempo de ilusión que sentiste que tu corazón brincaba más rápido, fue el momento en el que los latidos fueron mejor utilizados.
 

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