lunes, 31 de mayo de 2010

¿Sigue igual?


Estoy acá de nuevo; persiguiéndolo como si fuera mi presa, cuidándolo como si me perteneciera, imaginándolo como si tuviera derecho para hacerlo... Y es que es tan difícil caminar por la realidad cuando tiempo atrás vivía un sueño... Ahhh... qué tiempos... Crecer duele, y a veces cuanto más cambian las cosas, más pertenecen como siempre...

viernes, 28 de mayo de 2010

Así es la vida




  • Lo malo de las adicciones es que nunca acaban bien... Llega un momento en el que lo que nos ponía eufóricos deja de hacerlo, y empieza a doler... Dicen que no superas tu adicción hasta que tocas fondo, pero, ¿cómo sabes que lo has tocado?, porque por mucho que algo te duela, a veces dejarlo duele aún más...
  • Crecer duele... y quien diga que no, miente! Pero a veces, cuanto más cambian las cosas, más permanecen como siempre...

  • Adicción: es la incapacidad de elegir otra opción.
  • La inseguridad en el amor llega a provocar una importante adicción.
  • El amor es una cuestión de oportunidad; de nada sirve encontrar a la persona idónea demasiado pronto o demasiado tarde.
  • Algo que la gente olvida es lo bien que se siente uno cuando libera sus secretos, sean buenos o malos al menos han sido destapados, te guste o no; una vez que los has destapado no tienes que esconderte tras ellos nunca mas. El problema con los secretos es que incluso cuando cres tenerlo todo controlado…no lo está.
  • En algún momento hay que decidirse, los muros no mantienen a los demás fuera, si no a ti dentro. La vida es un caos, somos así. Puedes pasarte la vida levantando muros, o puedes vivirla saltándolos. Aunque hay algunos muros demasiado peligrosos para cruzarlos. Lo único que sé, es que si finalmente te aventuras a cruzar las vistas al otro lado son fantásticas.
  • Hace dos siglos Benjamín Franklin reveló al mundo el secreto de su éxito, nunca dejes para mañana, dijo, lo que puedas hacer hoy. Él descubrió la electricidad, la gente debería prestar atención a las cosas que dijo, no sé por qué siempre posponemos todo; pero si tuviera que adivinarlo diría que tiene mucho que ver con el miedo, el miedo al fracaso, el miedo al dolor, el miedo al rechazo. A veces es miedo a tomar una decisión, porque y si te equivocas y si cometes un error sin solución. Sea lo que sea lo que nos da miedo, una cosa es cierta: cuando el dolor de no hacer algo es más insoportable que el miedo a hacerlo es como si cargáramos con un tumor gigante.
  • A veces la realidad entra a escondidas y nos muerde el culo, y cuando el dique revienta solo te queda nadar, el mundo de los engaños es una jaula, sólo podemos auto engañarnos un tiempo determinado, nos cansamos tenemos miedo, negarlo no cambia la realidad, antes o después tenemos que dejar de lado las negociaciones y enfrentarnos al mundo cara a cara con todas nuestras armas, cuando el dique revienta te espera un océano enorme, pero ¿cómo logras no ahogarte.
  • La comunicación es una de las primeras cosas que aprendemos en la vida, es curioso que conforme vamos creciendo y asimilando palabras y aprendiendo hablar menos sabemos qué decir o cómo pedir lo que queremos de verdad.

    Al final no puedes evitar hablar de ciertas cosas, hay cosas que no queremos escuchar, a veces hablamos porque no podemos estar callados mas tiempo, hay cosas que exceden a las palabras, son productos de la acción, a veces hablas porque no hay alternativa. Otras cosas te las reservas y no siempre, pero de cuando en cuando, algunas cosas hablan por si solas.
  • La gratitud, el agradecimiento, dar las gracias, no importa las palabras que utilices todo significa lo mismo, felices. Todos deberíamos ser felices dar gracias por los amigos por la familia, alegrarnos de estar vivos, nos guste o no.

    Puede que no tengamos que ser felices, puede que la gratitud no tenga nada que ver con la alegría, puede que ser agradecido signifique estar contento con lo que tienes, apreciar las victorias, admirar la lucha que implica seguir viviendo, quizás estamos agradecidos por lo que nos resulta familiar y puede que por las cosas que no sabremos nunca. Al final del día el simple hecho de tener el valor de no derrumbarnos, es suficiente motivo para celebrarlo.
  • ¿Cómo sabes cuándo demasiado es demasiado?, ¿demasiado pronto?, ¿demasiada información?, ¿demasiada diversión?, ¿demasiado amor?, ¿demasiado qué preguntar? y ¿cuándo es demasiado para soportarlo?
  • La fantasía es simple. El placer es bueno. Y el doble de placer es mejor. El dolor es malo, y el no tener dolor es mejor. Pero la realidad es diferente. La realidad es que el dolor
    trata de decirnos algo. Y hay tanto placer que podemos tomar sin que nos duela. Y quizá eso esté bien. Quizá algunas fantasías, se supone que vivan sólo en nuestros sueños.
  • Nadie cree que su vida saldrá más o menos bien. Todos creemos que vamos a estar bien. Y desde el día en el que decidimos ser lo que queremos ser y hacer, nos llenamos de esperanza. Esperanzas de los caminos que nos abriremos... La gente a la que ayudaremos, lo que nos afectará... Grandes esperanzas de quién seremos, adónde iremos. Y entonces, llegamos ahí.
    Todos pensamos que vamos a estar bien. Y nos sentimos un poco engañados cuando no damos con nuestras esperanzas. Pero a veces, nuestras esperanzas nos subestiman.

    A veces lo esperado simplemente se queda en nada en comparación con lo inesperado. Tienes que preguntarte por qué nos aferramos a nuestras esperanzas... por qué lo esperado es lo que nos mantiene firmes, derechos... inmóviles. Lo esperado solamente es el comienzo. Lo inesperado... es lo que cambia nuestras vidas.
  • Como ya dije, las desapariciones existen. El dolor se hace fantasma. La sangre deja de correr. Y la gente... la gente se va apagando lentamente. Tengo mucho más que decir. Mucho más. Pero... he desaparecido.

viernes, 21 de mayo de 2010

Obstáculos para escuchar



Vida en la empresa


Álvaro Cedeño Economista acedenog@gmail.com 09:00 a.m. 16/05/2010

He aprendido, e intentado enseñar, que el fundamento de una buena comunicación es escuchar.

Afirmo que no es posible el trabajo en equipo, hoy tan publicitado, si no se tiene capacidad de escucha.

Sin embargo seguimos encontrando personas que son malos escuchas.

¿Es un problema de técnicas o sale de más adentro?

Sabemos cuáles cosas obstaculizan la comunicación: mensajes corporales negativos, falta de atención, interrupciones, contradecir a la persona que habla, minusvalorarla, hacerle bromas...

Cualquiera que haya participado en algún entrenamiento sobre comunicación, sabe que “eso no se hace”, pero se sigue haciendo. ¿Por qué?

¿Cuál es la fuente de la energía que hace que un escucha bloquee a su interlocutor con esos obstáculos?

Creo que los obstáculos podrían tener varias fuentes: temor a lo que el otro está diciendo (¡Va y me convence!), morar en lo consabido (No me den razones, que yo estoy convencido de lo que pienso), competencia con el otro (¡Eso está muy bien, pero por qué no se me ocurrió a mí!).

Están entre ellas, además, no querer quedarse atrás (Si me quedo callado, retrocedo en posición), nivelar la asimetría (El que habla es el que sabe; el que calla es porque no sabe), envidia con el otro, deseo instintivo de sabotearlo.

También se agregan superficialidad (¡Por qué tenemos que ponernos tan serios!), simplificación (¡Las cosas no son tan complicadas y, por tanto, no necesitan explicaciones tan cuidadosas!).

Otras fuentes son la locuacidad (No está bien estar callado; tengo que decir algo), la actitud de “Sí, pero” que lleva a encontrarle debilidades al argumento del otro, el concebir la conversación como el pimpón.

Frente a eso se alza la notable oportunidad de que nuestro esfuerzo por escuchar y por entender a las otras personas, sea fuente de cambio y desarrollo personal para ambas partes que participan en el diálogo.

En eso se funda la verdadera amistad. Quizá por eso la valoramos tanto, y quizá por eso, con frecuencia, resulta esclarecedora y hasta terapéutica.

viernes, 14 de mayo de 2010

En manos de Dios...



Soy católica y fiel creyente en Dios, en la espiritualidad y estoy convencida de que sin Él no somos nada más que polvo; sin embargo, desde hace un tiempo me ha dominado una pereza excesiva cuando se trata de ir a misa. Creo que nunca entendí por qué hacía falta ir a una iglesia y escuchar a un sacerdote desarrollar la palabra de Dios si eso lo podía hacer en mi casa o en cualquier otro lugar en un momento de privacidad donde sólo estuviéramos Dios y yo.
Mi papá dice que aunque no me guste, es un sacrificio que debemos hacer porque, además, está escrito en sus mandamientos. A él si le gusta ir a misa, o al menos eso puedo notar... Parece ser que en mi casa, a nadie le molesta. Yo no le encontraba sentido... hasta hoy.

Tal vez nunca me gustó mucho porque pienso que no debería ser un sacrificio hacerlo. Eso debe de nacer y lastimosamente, cuando no nos nace Dios hace que nos acordemos de él. Conmigo lo logró.

Ayer recibí una noticia que me sorprendió mucho, y admito que estoy muy asustada. El estado de shock sólo permitió una cosa. Pedirle a Dios que todo estuviera bien. Y entonces pensé que él no merece sólo que le pidamos. Él merece más, él merece todo. Tenemos que dar para recibir y hoy estoy arrepentida por todas las veces que me quejé por tener que ir un ratito a darle gracias, a su casa. Los seres humanos sólo nos acordamos de Dios cuando necesitamos algo, pero nunca lo hacemos para dar gracias o simplemente para estar en contacto con el ser más importante en nuestra vida.

Ya lo entendí y no lo voy a olvidar. Dios es quien le da sentido a mi vida, Dios es quien me lleva por el camino del bien y quien me quita la venda de los ojos para no tropezar. A quien le debo la vida, todo lo que tengo y lo que soy.

Dios, todo está en tus manos. Aceptaré y respetaré lo que decidas. Sólo te pido que, si ha de ser una mala noticia, me des la fortaleza y la sabiduría para cargar con esa cruz, porque será el comienzo de una nueva vida, porque tendré que luchar para transmitir a mi familia todas las buenas vibras posibles.

Haz lo que tengas que hacer, pero no olvides que soy una simple mortal y que sin tí, no soy nada.

sábado, 8 de mayo de 2010

Una mujer gobierna mi país


Imagen tomada de: EL MUNDO.es

Sábado 8 de mayo de 2010... ¡Qué día! (exclamación para nada negativa, pero que encierra algo de duda)

"Me presento ante ustedes con el corazón henchido de agradecimiento por la responsabilidad que han depositado en mí". Con esta frase inició nuestra nueva presidenta su discurso hoy, en el Traspaso de Poderes.
Hoy Costa Rica tiene una nueva oportunidad para crecer. No acostumbro a escribir sobre política, de hecho, no me gusta la política... Me parece la cosa más molesta que se ha inventado; sin embargo, estoy consciente de que es totalmente necesaria para guiar a una nación y sí, también me interesa el bienestar de mi país. Soy parte de la materia prima con que cuentan nuestros gobernantes para dirigirnos de la mejor manera, soy una profesional en potencia, aquella que más adeltante podrá, en distintas maneras, duplicar ese granito de arena por mi país.

Pero también soy una mujer que espera lo mejor de quienes ahora están al mando. Hoy doña Laura Chinchilla se ha convertido, oficialmente, en la presidenta de Costa Rica. Aclaro, no voté por ella para presidenta, pero la mayoría sí lo hizo. La mayoría confió en que ella, como profesional, politóloga y sobre todo MUJER podrá dirigir con éxito esta hermosa nación. Y ahora, creo, sólo nos queda apoyarla. De nada valen los desplantes y los desacuerdos respecto de su nombramiento. Ahora es ella la encargada de que Costa Rica crezca o se hunda.

No deberíamos estar de acuerdo siempre con sus desiciones, pero deberíamos tener el suficiente valor y los argumentos más inteligentes para cuestionarlas y además, proponer soluciones válidas, al fin y al cabo, esto es una democracia y podemos ejercer nuestro poder como pueblo. Deberíamos motivarla y llenarla de buena vibra, no sólo a ella, sino al equipo que eligió para llevar a cabo su nueva labor.
Deberíamos darle confianza y respetarla; pero sobre todo, amar a nuestro país y desearle, en estos 4 años, lo mejor. Un gobierno lleno de éxitos pero sobre todo, de beneficios.

No sirve el negativismo, no sirven las mentes cerradas, debemos darnos cuenta de que esto sólo nos afecta a nosotros. Podemos elegir de qué manera.

Yo no la elegí como mi presidenta, pero el pueblo lo hizo. Respeto su decisión, y confío de todo corazón en Dios para que le dé la sabiduría necesaria para tomar las decisiones que abordará de hoy en adelante.

Hoy es un día memorable, no para la política de nuestro país, no para el gobierno... Hoy es un día memorable para Costa Rica, para nosotros, el pueblo que forma esta nación. Aprendamos a apreciar nuestra democracia, nuestros valores y cumplamos con nuestros deberes de la misma manera en que luchamos por nuestros derechos.

Hoy no sólo doña Laura Chinchilla obtuvo el poder. Hoy nosotros tenemos una nueva oportunidad para hacer la diferencia.

No lo pensemos tanto; actuemos con inteligencia, pero sobre todo, con corazón.
 

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