jueves, 10 de noviembre de 2011

Por tercera vez, un cambio.


“Uno no se da cuenta de lo que tiene, hasta que lo pierde.” Muy acertada la frase en ciertas ocasiones, pero esta vez, puedo decir que no me atañe, pues desde el primer día supe que en esa oficina había calidad.

La adaptación, el cambio, la visión de un ambiente distinto siempre lleva su tiempo, y es un período distinto según cada persona.

Inicié un cinco de setiembre, y como dicen popularmente, no estaba en mi charco; sin embargo, la actitud positiva y las ganas de aprender nunca me dejaron caer. Es cierto, me costó adaptarme. Hasta yo me impacté. Nunca he sido una persona callada, por más tímida que parezca, los cambios nunca fueron un problema para mí.

Hubo días de cuestionamientos. Los sábados eran gloriosos, los domingos no tanto, pues me recordaban que a unas horas debía volver. Con el paso del tiempo todo cambió.

No me puedo quejar de la gente, a su modo todos fueron muy cálidos. Quizá gracias a eso volví a ser yo. Pienso que tal vez la seriedad que quise poner al proyecto interfirió en mi día a día. Ya no tiene importancia.

Aprendí a devolver el cariño que me ofrecían, y me acostumbré. Por tercera vez me adapto, y por tercera vez también debo irme. No necesito mucho tiempo para querer a alguien, y menos si se trata de personas con una calidad humana tan grande. Ahora da gusto saber que luego de dos días de descanso, regreso a un lugar en el que sé que me voy a sentir bien.

Si pudieran conocer realmente a cada uno de los profesionales que trabajan en la Oficina de Comunicación de la UNA, me darían la razón.

Hoy mi ciclo terminó. Digo adiós una vez más a un grupo de personas que siempre se extrañarán, y aunque cueste, debo abrir de nuevo las puertas a lo que viene. Si Dios lo permite; otro espacio, otra gente, otro ambiente.

 

Copyright © 2008 Green Scrapbook Diary Designed by SimplyWP | Made free by Scrapbooking Software | Bloggerized by Ipiet Notez